viernes, 15 de abril de 2011

La Lengua Aguaruna



CULTURA AGUARUNA
Aguaruna o awajún, es una etnia de la selva amazónica peruana. Los aguarunas descienden de los fieros jíbaros, guerreros formidables que defendieron incansablemente su libertad y que, por lo mismo, se mantuvieron durante mucho tiempo fuera del alcance y el conocimiento del hombre occidental. Así, se enfrentaron a las invasiones incaicas, que no lograron someterlos. Tampoco los pudieron adoctrinar los sacerdotes, especialmente jesuítas y dominicos, muchos de los cuales murieron en el intento.


UBICACIÓN ACTUAL
Los aguarunas se extendieron por toda la cuenca del río Cenepa y se distribuye en los territorios por los que hoy pasa la línea de frontera entre el Perú (al sur) y Ecuador (al norte). Por esta ubicación fueron afectados directamente por conflicto Perú-Ecuador.


DEPARTAMENTOPROVINCIADISTRITO
AMAZONASBAGUAARAMANGO
AMAZONASBAGUAIMAZA
AMAZONASCONDORCANQUIEL CENEPA
AMAZONASCONDORCANQUINIEVA
AMAZONASCONDORCANQUIRÍO SANTIAGO
CAJAMARCASAN IGNACIOHUARANGO
CAJAMARCASAN IGNACIOSAN JOSÉ DE LOURDES
LORETOALTO AMAZONASBARRANCA
LORETOALTO MAZONASCAHUAPANAS
LORETOALTO AMAZONASMANSERICHE
LORETOALTO AMAZONASMORONA
SAN MARTÍNMOYOBAMBAMOYOBAMBA
SAN MARTÍNRIOJAAWAJÚN

INFORMACIÓN DEMOGRÁFICA

POBLACIÓN CENSADA



TOTAL     HOMBRES MUJERES 
45 13722 83422 303

Indice de masculinidad : 102,4
Número de comunidades : 171


POBLACIÓN CENSADA POR SEXO Y GRUPOS DE EDAD



Con una población de 45 137 personas, los aguaruna constituyen 18,83% de la población indígena censada. Es el grupo con el mayor volumen poblacional después de los asháninka.

La información censal ha permitido determinar que los estimados poblacionales para este grupo han estado muy por debajo del volumen real alcanzado. Las cifras más conservadoras asignaron a los aguaruna una población total de 18 000 personas, en tanto que el estimado máximo consideró la existencia de 25 000 aguarunas.

Los asentamientos aguaruna poseen como promedio un total de 264 personas, existiendo, sin embargo, diferencias significativas entre el asentamiento más poblado (982 personas) y el de menor volumen poblacional (siete individuos). El índice de masculinidad entre esta población es de 102,4. La población menor de 15 años representa 52,5% del total, signo inequívoco de una población mayoritariamente joven. Los mayores de 64 años constituyen apenas el 1,0 por ciento.

La tasa bruta de mortalidad es de 11,32. Entre los aguaruna se han registrado nueve comunidades con un alto número de fallecimientos, entre 10 y 29 casos en cada una de ellas en el año anterior al censo, resultado de una epidemia de rabia humana que afectó a varias comunidades de los ríos Cenepa y Santiago. Un alto número de muertos como el registrado en esas comunidades no es frecuente en la actualidad.


CARACTERÍSTICAS

Grupo Lingüístico: Pertenecen al grupo lingüístico jíbaro, que abarca también a la lengua de los huambisas, los jíbaros propiamente dichos y los achuares. En Ecuador, los aguarunas toman el nombre de "shuar", pero son del mismo tronco jíbaro.
Población: En el departamento de Amazonas, los aguarunas son mayoría entre las etnias nativas (un 90% aproximadamente). El paso del tiempo ha determinado que, en gran medida, aguarunas y huambisas se mezclen y conformen una sola etnia. Viven en la provincia de Condorcanqui y forman un consejo aguaruna con alcaldes en distritos como El CenepaNieva y Río Santiago.
Siendo por tradición migrantes, un gran contingente aguaruna se asentó en lo que hoy es el valle del Alto Mayo, en el departamento de San Martín. Sin embargo, el aislamiento territorial en el que viven es el principal problema que afrontan estos valerosos indígenas. Ellos constituyen una de las etnias nativas más pobres del mundo. La desnutrición crónica y las enfermedades agobian a sus integrantes. Su carácter libertario les obligó siempre a vivir marginados de la civilización occidental, cultivando, eso si, una riquísima vida espiritual incomprensible para la mayoría de peruanos. La llegada de colonos y la reducción de sus territorios ancestrales los han llevado a los extremos de miseria que hoy en día viven.
Alimentación: Su dieta es a base de plátanosyuca y animales del monte. Los hombres usan coronas de plumas llamadas otawas. Los más viejos visten el itipac (traje) y la mujer el buchak. Hacen humildes vasijas, ollas de barro y platos, tejen canastas de bejuco y elaboran asientos rudimentarios de madera. Aman su identidad cultural y la defienden singularmente, guiados por una cosmovisión interesante, quizá su más importante aporte a la antropología del Perú.

COSMOVISIÓN AGUARUNA

Dioses y diosas: En su mundo interior, el aguaruna cree en cinco dioses: Etsa o el padre Sol, destructor de un demonio de la génesis del mundo llamado Ajaim; Nugkui o madre tierra, que le da el cultivo y la arcilla para la cerámica; Tsugki o madre del agua o del río, que vive en los ríos; Ajútap o padre guerrero, un alma de los combatientes antiguos que trasmigra continuamente; y Bikut o gran filósofo awajún, un legendario ser que se transforma en el toé, planta alucinógena que, mezclada con el ayahuasca, les hace conectarse con otros mundos superiores.
Para el aguaruna, todos los hombres tienen dos almas: la iwaji, que sube al cielo, y la iwakni, que se queda en la tierra como pequeño demonio. Para ellos, la selva está llena de almas, de hombres transformados en árboles o en animales. Curiosamente, para ellos, el Chullachaqui, conocido como temido diablillo en otras zonas amazónicas, es una entidad protectora de la ecología, un amigo de las plantas que sólo asusta a los depredadores de la naturaleza.

Mística ceremonial: Sus ceremoniales místicos con toé y ayahuasca les permiten coloridas visiones de la selva, pues guardan un respeto sagrado a la Madre Naturaleza. Los aguarunas mantienen un velo de hermetismo sobre estas ceremonias, aunque en otras partes, como en el Perú, son más accesibles e, incluso, recrean actuaciones turísticas.

La reducción de cabezas: Desconociéndose casi todos sus ritos y costumbres, sí se hizo célebre en el mundo la práctica jíbara de "reducir cabezas". Efectivamente, este procedimiento, llamado tzantza, hacía que el nativo momificase y conservara las cabezas de sus enemigos como talismanes guerreros.

Esta práctica se realizaba, y probablemente aún se realice entre los jíbaros más aislados, decapitando el cadáver y luego extrayendo, obviamente, el esqueleto cefálico y facial de la víctima. A continuación se curtía la piel con hierbas, taninos, chamizos y otros ingredientes; se le introducía arena caliente y se la planchaba. En el interior de esa piel que, de ese modo, se reducía de tamaño, se colocaba una piedra pequeña, como nuevo esqueleto, y se conserva el cabello de la víctima. Así, después de cosida en sus ojos y boca, teñida y magistralmente preservada, se logra una "cabeza reducida" con sorprendente parecido al de su infeliz dueño.

LEYENDA AGUARUNA
Mono Machín (Leyenda Awajún)
Los viejos aguarunas (awajún), cuentan que antiguamente el mono blanco de la selva amazónica, el Mono Machín, vivía entre ellos. El Mono Machín era un hombre, que tenía la habilidad especial de hablar con las piedras, los cerros y las plantas.
Cierto día la tranquilidad de los aguarunas se vio amenazada por el malvado Iwa, monstruo que se comía a los hombres y que había devorado ya a tres familias. Los aguarunas temían que los atacara y destruyera sus casas. Enterado de los que sucedía, Machín se decidió enfrentar a Iwa. Para ello preparó un plan. Muy temprano levantó a dos cerros a los lados del habitual camino de Iwa y se dispuso a esperarlo.
Cuando Iwa llegó lo increpó
-Nieto, ¿qué haces?. Me estás dando mala suerte.
Sin hacerle caso Machín le respondió: Mira la cima del cerro.
-Veo un árbol cargado de frutas.
A lo que Machín presuroso añadió: Espérame un momento abuelo Apach, ahora mismo te bajaré una de esas frutas.
Cuando Machín le dio la Fruta Iwa tomo un bocado con cuidado y exclamó: ¡Qué rica es!, ¿Podrías darme más?.
Gustosamente Machín le dio tres caimitos y le dijo: Apach, llévaselos a tus parientes. Si les gustan, invítalos a que recojan las frutas del árbol.
No pasó mucho tiempo cuando, ataviados con canastas, Iwa y sus familiares se aparecieron al lado del cerro. Machín sonreía a todos. Con la ayuda del bejuco, había armado un puente desde el cerro hasta el árbol, para que todos pudieran sacar fácilmente los caimitos. Así que amablemente invitó a Iwa y los suyos a subir al puente.
-Todo está conforme, no hay peligro, sigan no más. Siéntense en el bejuco, amárrense en la cintura y repitan: caaampu, caaampu, caaampu.
Animados por los sabrosos caimitos, subieron todos juntos gritando: ¡caaampu!. Pero en la mitad del puente sucedió lo previsto: el bejuco se rompió e Iwa y su familia cayeron estrepitosamente al vacío. Ni Iwa ni ninguno de sus familiares sobrevivieron la caída al vació.
Machín se regocijaba de su hazaña, y como no le salían lágrimas untándose los ojos con saliva murmuraba: y al Apach le gustaban los caimitos...
-Y luego añadía triunfante: Se acabaron los malvados.
Así defendió Machín a los aguarunas.





La Lengua Aguaruna (aguajúnawajúnahuajún) se habla en la alta jungla en las partes septentrionales de las estribaciones de los Andes, especialmente a lo largo del río Marañón y sus afluentes, en Perú. Los aguaruna tienen una larga historia de venganzas y cabezas reducidas, no habiéndose establecido misiones permanentes entre ellos más que en el siglo XX. Hasta 1964 el territorio solo era accesible por senderos desde la costa o por el río, desde la ciudad de Iquitos. Según el SIL el aguaruna se usa en todos los aspectos de la vida cotidiana. Hay un programa bilingüe y los nativo hablantes han escrito muchos textos en aguaruna. La mayoría de los niños aprenden la lengua, teniendo un total de 39.000 hablantes. Está potencialmente amenazada.





Descripción Lingüística

Fonología

El aguaruna posee 12 consonantes, entre las cuales /ɾ/ y /ʔ/ aparecen muy poco teniendo una distribución limitada. Los alófonos vocálicos [y], [ɰ], [w] son tratados como consonantes en la mayor parte de los procesos fonológicos. Las oclusivas sonoras [b], [d] pueden ser consideradas como variantes alofónicas de /m/, /n/ pero el contexto para su realización no es estrictamente fonológico por lo que puede considerarse que dichos sonidos son nuevos fonemas naciones en aguaruna (es decir, susceptibles en el futuro de presentar oposición fonológica sistemática con [m] y [n]). Existe cuatro timbres vocálicos, existiendo oposición entre vocales nasales y no nasales.
La estructrura silábica es simple: (C)V(N) en el nivel fonémico, aunque algunos procesos fonológicos como la sinéresis o la elisión vocálica producen formas fonéticas con estructuras más complejas, pudiendo aparecer diptongos y algunos pocos triptongos, así como grupos consonánticos complejos.
Existe un acento tonal distintivo asignado a un núcleo silábico de la palabra, dicho acento es inseparable de la vocal sobre la que recae (tal como sucede en español). Fonéticamente una vocal larga o un diptongo puede presentar un contorno tonal ascendente o descendente si una de las vocales fonológicas de las que procede era un núcleo silábico acentuado.

Gramática
El aguaruna es una lengua con marcaje de núcleo y marcaje de complemento, de tipología aglutinante con cierto grado de fusión. Es casi exclusivamente una lengua sufijante con una fuerte tendencia a usar el orden sintáctico SOV, siendo esto último obligatorio en oraciones subordinadas. Su alineamiento morfosintáctico es de tipo nominativo-acusativo estricto.